He terminado este libro de Alan Watts, que creo, complementa mi lectura anterior "El camino del Tao" del mismo autor. Del cual he seleccionado algunos fragmentos y frases que me han parecido importantes y les comparto a continuación...
1- Nuestro tiempo es una era de frustración, ansiedad, agitación y adicción a los narcóticos. De alguna manera hemos de aferrarnos a lo que podamos mientras podamos, e ignorar el hecho de que todo es fútil y carente de sentido. A esta manera de narcotizarse la llamamos nuestro alto nivel de vida, una estimulación violenta y compleja de los sentidos, que nos hace progresivamente menos sensibles y, así, necesitados de una estimulación aún más violenta.
2- Anhelamos la distracción, un panorama de visiones, sonidos, emociones y excitaciones en el que debe amontonarse la mayor cantidad de cosas posible en el tiempo más breve posible. Para mantener este «nivel», la mayoría de nosotros estamos dispuestos a soportar maneras de vivir que consisten principalmente en el desempeño de trabajos aburridos, pero que nos procuran los medios para buscar alivio del tedio en intervalos de placer frenético y caro. Se supone que esos intervalos son la vida real, el verdadero objetivo que tiene el mal necesario del trabajo. O imaginamos que la justificación de ese trabajo es formar una familia para que siga haciendo lo mismo, a fin de poder crear otra familia..., y así ad infinitum.
3- La persona caracterizada por su reciedumbre, por su carácter aguerrido, es siempre, por así decirlo, un suicida parcial; parte de sí mismo está ya muerta.
4- Para que el animal sea feliz le basta que pueda disfrutar del momento presente, pero el hombre difícilmente se siente satisfecho con eso. Le interesa mucho más tener recuerdos y expectativas placenteros, sobre todo las últimas. Cuando los tiene asegurados, es capaz de soportar un presente en extremo desgraciado. Sin esta seguridad, puede ser extremadamente desgraciado en medio de un placer físico inmediato.
5- Resistirse al cambio, tratar de aferrarse a la vida, es, pues, como retener el aliento: si persistes, te matas.

6- La única manera de hacer que el cambio tenga sentido consiste en sumergirse en él, moverse con él, participar en el baile.
7- Nuestra cultura, acostumbrada a pensar en el hombre como un dualismo de mente y cuerpo, y a considerar a la primera como «sensible» y al último como un animal «estúpido», es una afrenta para la sabiduría de la naturaleza y una ruinosa explotación del organismo humano como un todo.
8- Hay muy poca base para confiar que, en un futuro inmediato, se produzca una recuperación de la cordura social. Da la impresión de que el círculo vicioso debe hacerse todavía más intolerable, aún más flagrante y desesperadamente circular antes de que numerosos seres humanos se den cuenta del trágico engaño a que ellos mismos se someten.
9- Una sociedad basada en la búsqueda de seguridad no es más que un concurso de retención del aliento en el que cada uno está tenso como un tambor y morado como una remolacha.

10- Para comprender la alegría o el miedo, hay que ser conscientes de ello de un modo total, sin divisiones. Mientras lo llamemos de un modo u otro y digamos «soy feliz» o «tengo miedo», no somos conscientes de ello.

11- Nuestra vida es un largo esfuerzo para resistir lo desconocido, el presente real en el que vivimos, que es lo desconocido en medio del proceso de ser. Al vivir así, nunca aprendemos realmente a vivir con ello. En cada momento somos cantos, vacilamos y estamos a la defensiva. Y todo ello es en vano, pues la vida, queramos o no, nos empuja a lo desconocido, y la resistencia es tan fútil y exasperante como tratar de nadar contra la corriente de un torrente impetuoso.
12- El arte de vivir en esta «situación difícil» no consiste, por una parte, en un ir descuidadamente a la deriva, ni, por otra, en aferrarse con temor al pasado y lo conocido. Consiste en ser completamente sensible a cada momento, en considerarlo como nuevo y único, en tener la mente abierta y receptiva.

13- En el Jardín del Edén, Adán vio a los animales antes de darles nombres: en el sistema tradicional, los niños nombran a los animales antes de verlos
14- —Cuando quieras ver una cosa, mírala directamente — respondió el sabio—.Cuando empiezas a pensar en ella, la pierdes por completo.

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