En honor a este libro dejaré que mi mente se aclare y las palabras fluyan sin pelear por hacerse un hueco en mi mente, ligeras... pero es difícil, debo admitir. Cuando te sientas a realizar una actividad que requiere de tu atención, evaluación y re-evaluación, te encuentras con que probablemente no estás siguiendo el Tao. Aunque tal vez sí y no es tan malo, después de todo, el Tao es eso, es todo, no obliga ni rechaza ningún tipo de emoción. Sin embargo, la mayor parte del tiempo estamos lejos del Tao, por cultura. Nuestra cultura Occidental nos ha inculcado el esfuerzo deliberado, y obligado. Lo cual a mi parecer, no siempre es malo. Si ese esfuerzo tal vez lo hacemos por algo que realmente queremos, desear es algo innato y aunque quisiéramos no desear nada, el "no desear" es un deseo. Algo como esta paradoja es el Tao, por lo tanto, aceptar es la clave. ¿Aceptar qué? Simplemente lo que somos, la luna no se esfuerza por ser la luna, simplemente lo es, así como las rocas, los árboles, las estrellas. ¿Por qué nosotros qué somos un todo con el universo, nos castigamos por no ser algo que simplemente no somos? Alguien podría objetar que podemos cambiar nuestro destino si nos lo proponemos, y estoy de acuerdo, pero que sea un destino propio. No uno señalado por otros, o por la sociedad.
<<Nosotros no oímos a la naturaleza jactarse de serlo, ni al agua manteniendo una conferencia sobre la técnica del fluir: semejante retórica sería un esfuerzo inútil aplicado sobre aquellos que no sabrían qué hacer con tales datos. El hombre del Tao vive en el Tao como el pez en el agua. Si intentamos enseñarle al pez que el agua está físicamente compuesta por dos partes, una de hidrógeno y otra de oxígeno, este se ahogará de risa.>>
El hombre del Tao es simplemente aquello que él es, fluye con la vida. Y entiende que ella está compuesta del Ying y el Yang, dos polos, como los polos magnéticos. Si separas un imán no obtendrás un imán con un solo polo, obtendrás 2 imanes cada uno con 2 polos. Así es la vida. No puedes separar lo bueno de lo malo, debes aceptarlo como parte de lo que eres y del universo en que habitas.
Dice también Chuang Tzu:
<<Cuando el agua está quieta, es como un espejo, refleja la barba y las cejas. Arroja la exactitud del nivel del agua, y el filósofo hace de ella su modelo y metáfora. Si el agua obtiene transparencia de la quietud, ¿cuánto más lograrán las facultades mentales? Cuando la mente del Sabio se encuentra en reposo, se convierte en espejo del universo, en espejo de toda la creación.>>
Es importante señalar que el Tao, no es Dios. La idea de un dios invoca omnipotencia, un ser superior a nosotros que domina nuestras vidas o actos, el Tao es todo, pero no domina, de hecho, como se señala frecuentemente en el libro, no puede ser explicado con palabras ni alcanzado si se le busca. El Tao es eso que si buscas no lo encuentras, y si no lo buscas, está ahí. Curiosamente al escribir esto se viene a mi mente el experimento de la doble rendija de la física cuántica en donde cuando hay un observador los fotones se comportan como partículas y cuando no los ves, como ondas (dualidad onda-partícula), pero eso es harina de otro costal, aunque no deja de ser curioso. Un ejemplo para describir esto sería un ojo observándose así mismo (obvio, sin la ayuda de un espejo) o morderte tus propios dientes ¡imposible! En definitiva, no puedes explicar el Tao, pero el libro intenta orientarnos en su búsqueda, o mejor dicho, volver a él, volver a conectarnos con nosotros mismos, con lo que somos, porque no existe búsqueda del Tao. Somos el Tao. No lo consigues haciendo yoga en una hora, como es habitual es nuestra época, para "escapar" momentáneamente de la trampa que nos hemos impuesto, estando en contradicción con nosotros mismos, y siendo cosas que no somos. Es la enfermedad del siglo. Queremos ser algo más de lo que realmente somos.
Después de leer este libro, la vida no puede ser la misma, pero es algo liberador. A pesar de haber estudiado antes la cultura asiática e incluso el idioma chino, no estaba al tanto de esta filosofía, lo cual considero, que complementa y reafirma mi intención de seguir buceando en este océano. Aunque de una manera mucho más libre y menos metódica. Pues...
<<Mientras utilicemos la fuerza —ya sea física o moral— para perfeccionarnos a nosotros mismos y al mundo, estaremos malgastando energía que, en cambio, debe ser aplicada a cosas que pueden hacerse (...) Digamos solamente que la visión taoísta defiende la idea de que debemos intentar la desesperada jugada de confiar en nosotros mismos y en los demás.>>
Después de leer este libro, la vida no puede ser la misma, pero es algo liberador. A pesar de haber estudiado antes la cultura asiática e incluso el idioma chino, no estaba al tanto de esta filosofía, lo cual considero, que complementa y reafirma mi intención de seguir buceando en este océano. Aunque de una manera mucho más libre y menos metódica. Pues...
<<Mientras utilicemos la fuerza —ya sea física o moral— para perfeccionarnos a nosotros mismos y al mundo, estaremos malgastando energía que, en cambio, debe ser aplicada a cosas que pueden hacerse (...) Digamos solamente que la visión taoísta defiende la idea de que debemos intentar la desesperada jugada de confiar en nosotros mismos y en los demás.>>

El libro se encuentra online por si desean leérselo, no se arrepentirán. En el sgte link:
https://cdn.hermandadblanca.org/wp-content/uploads/2018/07/el-camino-del-tao-alan-watts.pdf
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