El gen
egoísta fue publicado por primera vez en 1976 y hasta el día de hoy, más de 40
años después sigue estando vigente para introducir nuestra mente en el
maravilloso mundo de la selección natural y encajar las piezas.
He aquí una
recopilación de las que creo son las lecciones más importantes que nos deja
esta monumental obra, o que, al menos a mí, me han calado hondo.
- Todo se inició con los replicadores. En los primeros años de nuestro mundo, en la “sopa primordial” que se menciona como un hecho post big-bang, ocurrió algo sin precedentes, se formaron combinaciones de moléculas estables, los primeros aminoácidos, y una de estas combinaciones poseía la particularidad de formar copias de sí misma: nacen los “replicadores”. Por lógica, los replicadores fueron ganando terreno, hasta desplazar a otras combinaciones incapaces de hacer copias de sí misma. El primer paso para la vida se había dado.
- Los replicadores comienzan a crear máquinas de supervivencia. Señalar primero que los replicadores comenzaron
a luchar entre ellos mismos, la selección podría haber cometido muchos más
errores, ya que, si bien eran estables, aún eran moléculas susceptibles y
ganaron las que formaron capas de protección, hasta así formar los primeros organismos,
con pared celular, los errores dieron paso a la evolución. Hasta que nacen los primeros organismos, o máquinas de
supervivencia creadas por los mismos genes. Todos formamos junto a las
bacterias, animales, virus, máquinas de supervivencia para los mismos replicadores,
que son moléculas de ADN.
- La evolución es de los genes. Este libro viene a desmitificar la evolución como una cosa de los organismos o seres, y señala al gen como conductor responsable. Los organismos, animales o seres humanos, sólo somos sus máquinas y actuamos en consecuencia. Sin embargo, esto no quiere decir que todo esté determinado por nuestros genes.
- Altruismo egoísta. Si bien el título del libro es “El gen egoísta” los genes nos pueden parecer altruistas, en la medida que favorecen su propio acervo génico. Es decir, a su propia especie, los organismos protegen a sus hijos o progenie, pero esto es sólo egoísmo disfrazado de altruismo. En el libro se presentan casos de estudios de pájaros, insectos o manadas de leones (etología) donde se describen estos comportamientos. Cada uno favorece su propia descendencia, y hay una competencia descarnada por propagar los genes, donde se vale abusar del nido de una gaviota para cuidar de tus cuclillos, mientras los padres pueden seguir reproduciéndose y descontar el tiempo que toma empollar un huevo.
- Cuida el que escapa primero. En el libro se presenta un descubrimiento importante que fue un misterio en la biología durante mucho tiempo. ¿Qué determina cuál de los progenitores cuidará de las crías? La respuesta es simple: el que escapa primero. En los mamíferos la hembra debe hacerse cargo de la lactancia, y es la que más pierde en la reproducción, la que más recursos invierte. Esto cambia en algunos peces como el caballito de mar donde es el macho el que dispersa los huevos, y por tanto el que más invierte en la reproducción. ¿Fascinante, no? Es inevitable pensar en nosotros mismos, donde es común que el “macho” de desentienda una vez deja a su mujer embarazada. Somos mucho más animales de lo que pensamos.
- Los genes no son deterministas. Algo que generó mucha confusión con este libro y que el autor se encarga de desmentir en muchas notas finales de la edición que leí es que los genes no son deterministas. En una edición francesa se usó en la portada una marioneta humana manipulada por los “genes”. Lo que obviamente escandalizó a Dawkins; no somos marionetas de nuestros genes. Aunque está demostrado que existen <<genes para>>, y claramente tenemos predisposición genética para muchas cosas, no existen razones suficientes para pensar nuestros genes nos exculparían de un crimen por contener por ejemplo “genes para asesinar”, ya que el ambiente juega también un papel importante y obviamente poseemos consciencia.
- El ambiente actúa como los genes. Un hecho que me sorprendió de este libro es que sitúe el ambiente al mismo nivel que los genes. Siempre supe que ejercía cierta influencia, pero su alcance es mucho mayor del que creía. El ambiente determina del mismo modo que los genes la tendencia a ciertos comportamientos o el desarrollo de características. Lo cual no es tan descabellado si pensamos en los osos polares, pero llevado a nuestras vidas es inevitable pensar en la importancia del rol que juega el ambiente en los primeros años de vida de un niño, por ejemplo.
- Los memes, los nuevos replicadores. Dawkins introduce el concepto de los memes, una
especie de gen cultural que se abre paso y el que en la época actual en que
vivimos cobra para mí mucho sentido. La guerra de hoy en día es cultural.
Dawkins habló de esto hace más de 40 años. Y nos habla de su importancia de
cómo se transmite y de cómo seguimos evolucionando de esta forma.
Obviamente estos conceptos los he presentado bastante
resumidos y no son todas las cosas que podemos rescatar de este libro, se debe
hacer hincapié en que Dawkins jamás quiso hablar de política, moral o religión,
a pesar de sus muchas interpretaciones con este enfoque del libro. Donde se
explica la evolución de una forma tan brillante que es inevitable enamorarse,
pero también pensar en estos temas que el autor no quiso tocar. Es curiosa la
similitud entre los apellidos Darwin y Dawkins, pienso que Dawkins viene a hacerle
justicia a Darwin, quien tuvo una tarea tan difícil como importante. Saber de dónde
venimos, quienes somos y a donde vamos parece un poco más claro al
introducirnos en la selección natural y entender cómo surgió la vida. Un libro
fascinante que todos deberíamos leer, y que nos hace apreciar nuestra vida
todavía más. Sómos seres únicos. ¿Es posible acaso que vuelvan a nacer tus
abuelos, para que nazcan tus padres con la combinación 50/50 de esos genes,
para que vuelva a conocer a tu madre, y recibas los genes que hicieron posible
tu existencia? Sin mencionar el hecho de que cada célula masculina reproductiva
(espermatozoide) posee diferentes cromosomas que se combinaron con los del
óvulo de tu madre para formarte a ti. ¡¡Fascinante!!
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