Este libro fue publicado por primera vez en 1968, y su legado ha traspasado generaciones enteras, Og Mandino nos relata la historia del "Vendedor más grande del mundo" Hafid, un camellero con ambición, que recurre a su amo para que lo pruebe como vendedor. Su amo Pathros accede, pero le impone un desafío: vender una manta en un pueblo llamado Belén donde casi ningún vendedor se aventura, puesto que la mayoría fracasa y ese sector es considerado una perdida de tiempo para ellos. Sin embargo, su amo le afirma que en la antigüedad él mismo vendió muchas mantas en ese lugar. Hafid acepta el desafío y se dirige al lugar señalado. Como era de esperarse enfrenta muchas dificultades y no tiene ningún éxito en la venta que le encomendó Pathros. Y un día, se encuentra una familia en una cueva, de condición muy modesta, que apenas tenían abrigo para su bebé. Hafid no lo piensa dos veces y les regala la manta. Ya sin la mercancía que le encomendaron vender, decide volver y piensa en el camino como enfrentará a su amo, si le dirá la verdad o no. Al volver, Pathros lo recibe con alegría pensando que había tenido éxito al no traer consigo el manto, pero Hafid le revela la triste verdad. Y siente que con su fracaso sólo ha demostrado que no sirve para otra labor que la de camellero. Pero Pathros le sorprende al decirle que su viaje le ha develado una gran verdad, una estrella muy luminosa había seguido el camino del muchacho, lo cual le revelaba una señal que hacía mucho tiempo esperaba: él era el indicado para recibir los pergaminos con los secretos que lo convertirían en el vendedor más grande del mundo. Es así como comenzamos la lectura de los diez pergaminos que contienen la sabiduría que llevó a Hafid al éxito.
Al finalizar la lectura de los pergaminos la historia vuelve al comienzo, con Hafid viejo y con deseos de compartir su sabiduría, ahora el tercero que recibiera los pergaminos no tendría condiciones para compartirlos con el mundo entero, lo cual es, sin duda, una sugerencia del autor de compartir el libro con otras personas una vez que nosotros mismos lo hayamos leído. Nuestra historia termina cuando un hombre de aspecto andrajoso y humilde acude al palacio del anciano para hablar con él y pedir consejo. El librero de Hafid lo deja pasar una vez que se lo permite su amo y el hombre le cuenta su historia. Le relata que en el pasado solía castigar a los cristianos, pero se había convertido al tener una revelación donde una voz le dijo "Saulo, por qué me persigues" (relato bíblico). El hombre se llamaba Pablo, después de hablarle de Jesús, le comenta que todos los bienes terrenales que él dejó fueron lo que compartió con el mundo y su vida. Y un manto rojo que logró recuperar después de su muerte. Hafid, pálido le pide ver aquel manto con más detalle y logra identificar la marca que llevaban los mantos de excelente calidad de Pathros, ¡tal fue su sorpresa al verla en aquel manto! Hafid había recibido su señal, aquel hombre recibiría los pergaminos y en adelante podría compartirlos con el mundo entero.
En el siguiente enlace, encontrarán una recopilación de frases del libro:
33 Frases del vendedor más grande del mundo de Og Mandino
Al finalizar la lectura de los pergaminos la historia vuelve al comienzo, con Hafid viejo y con deseos de compartir su sabiduría, ahora el tercero que recibiera los pergaminos no tendría condiciones para compartirlos con el mundo entero, lo cual es, sin duda, una sugerencia del autor de compartir el libro con otras personas una vez que nosotros mismos lo hayamos leído. Nuestra historia termina cuando un hombre de aspecto andrajoso y humilde acude al palacio del anciano para hablar con él y pedir consejo. El librero de Hafid lo deja pasar una vez que se lo permite su amo y el hombre le cuenta su historia. Le relata que en el pasado solía castigar a los cristianos, pero se había convertido al tener una revelación donde una voz le dijo "Saulo, por qué me persigues" (relato bíblico). El hombre se llamaba Pablo, después de hablarle de Jesús, le comenta que todos los bienes terrenales que él dejó fueron lo que compartió con el mundo y su vida. Y un manto rojo que logró recuperar después de su muerte. Hafid, pálido le pide ver aquel manto con más detalle y logra identificar la marca que llevaban los mantos de excelente calidad de Pathros, ¡tal fue su sorpresa al verla en aquel manto! Hafid había recibido su señal, aquel hombre recibiría los pergaminos y en adelante podría compartirlos con el mundo entero.
En el siguiente enlace, encontrarán una recopilación de frases del libro:
33 Frases del vendedor más grande del mundo de Og Mandino
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