Hace unas semanas tuve el placer de completar esta interesante lectura. Anna Lembke es psiquiatra, especializada en adicciones, y a través de los relatos de las historias de sus pacientes nos devela el increíble mundo de la adicción, y como todos podemos caer o tal vez hemos caído en alguna de ellas. Por increíble que parezca, se puede caer en una adicción incluso cuando nuestras vidas son satisfactorias. Hay adicciones no solo a las drogas o el alcohol, también al sexo, al juego o a las novelas románticas de ficción como fue el caso de la autora.
Al leer este libro Ud. comprenderá por fin como funciona la dopamina. La dopamina es un neurotransmisor que está un poco de moda, y de la que sabemos vagamente es la responsable de esa sensación de "gratificación" que obtenemos al completar una tarea. Se ha vuelto de moda, porque se ha descubierto que esta es la responsable de la ola actual de adicciones digitales, y de que seamos cada vez más dependientes de nuestros "smartphones". Se comenzó hablando del FOMO ("Fear of Missing Out" o miedo a perderte lo que tus amigos publican en Facebook) Y hoy está más claro que las compañías dueñas de redes sociales luchan por nuestra atención creando algoritmos que capturan nuestra atención y nuestra dopamina, exactamente como lo haría una droga. En el mundo actual, esto está causando estragos, especialmente en niños que son aún menos conscientes que un adulto de sus acciones y simplemente no pueden parar y se enfurecen cuando les quitan la pantalla. Tampoco pueden concentrarse por mucho tiempo en una tarea. Las pantallas ofrecen gratificaciones rápidas, sucesivas, excitantes. Como resultado la dopamina del niño o del adulto llega a su punto máximo.
¿Qué sucede entonces?
Nuestro cuerpo posee un sistema homeostático para regular la temperatura, si estamos en un ambiente sofocante, él inteligentemente nos hará sudar para restablecer nuestra temperatura al evaporar calor con el agua de nuestro cuerpo. Si hace frío, nuestro cuerpo contrae nuestros vasos sanguíneos para reducir la pérdida de calor. Y de la misma forma si nos exponemos a grandes dosis de placer (dopamina) nuestro cuerpo buscará regularnos liberando hormonas que contrarresten y regulen nuestro cuerpo como el cortisol. La autora les llama "gremlins" que se suben al otro lado de la balanza para equilibrarnos. Mientras más dopamina hemos liberado más "gremlins" suben al otro lado para reestablecernos y como consecuencia nos sentimos deprimidos y cabizbajos.
¿Qué hacer entonces?
Este libro es fantástico, porque su enfoque es muy humano, las historias reales son muy impactantes y nos hablan de lo frágil que puede llegar a ser el ser humano, también de lo poco que nos conocemos y como estamos engañados por una cultura que constantemente nos empuja a la búsqueda del placer, o en su versión más comercial la "búsqueda de la felicidad". Esto no me impactó tanto porque desde hace un tiempo vengo estudiando como funcionan los antidepresivos y como han terminado siendo más una falsa cura y un negocio de millones de dólares, del que poco se habla. Y muchas personas terminan adictas a estos, y peor aún, necesitan cada vez más. La autora, nos propone algo que jamás se nos ocurriría: buscar el bienestar empujando del lado del dolor. Así es, y luego de entender el sistema homoestático de regulación del cuerpo, comprendemos por qué. Así como el cuerpo produce "resaca" para equilibrar el placer, produce placer y sensación de bienestar cuando experimentamos dolor. Es por esto que muchas personas están tomando baños de inmersión en aguas gélidas, por cierto tiempo, claramente. Este estímulo de dolor no debe ser excesivo, si lo fuera en el caso del agua, sufriríamos de hipotermia y no queremos eso. Son exposiciones controladas, que tampoco deben ser demasiado cortas. Resulta que nuestros cerebros evolucionaron para un mundo de escacez, donde teníamos que esforzarnos mucho, sólo para conseguir un poco de dopamina. Hoy vivimos en un mundo de abundancia, donde todos los días tenemos asegurado un desayuno abundante y delicioso si queremos. ¿¡No les parece que esto tiene mucho sentido!?
Recomiendo encarecidamente este libro, en un mundo donde cada vez tenemos más, estamos siendo cada vez más infelices, esa es una realidad palpable. La autora reconoce que el consumo es algo natural e inevitable, pero que debemos hacer un esfuerzo y privarnos intencionalmente de cosas que podríamos estar haciendo o consumiendo. Y ojo, pues también nos advierte en su libro sobre el peligro de volvernos adictos también al dolor. Todo está en el equilibrio.
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