He completado esta lectura en junio, y aunque me he tardado bastante (1 mes) porque es un libro muy largo, sin duda, puedo decir que es un libro de esos que te marcan para siempre, había leído antes "El Manantial" de la misma autora, pero coincido con la mayoría en que es en Atlas donde se consolida la filosofía objetivista de Ayn Rand, y donde como ella misma señala, se explica en profundidad.
Hay que leer el libro para entender la filosofía de Rand, muchas personas que no han leído el libro -claramente- y se han formado una opinión superficial de la autora, sostienen que su filosofía sólo es la de los "ricos" porque los libera de la "culpa" que la sociedad les obliga a cargar, y aunque así es, no es por las razones que la gente cree. Ayn Rand nos habla de la moralidad, pero una moralidad basada en la razón, no en la fe de la religión o lo que es socialmente aceptado aún en contra de nosotros mismos y los demás.
Este libro me ha impactado tanto, que sentí que casi lloraba de la emoción cuando me veía tan bien comprendida, como nunca me he sentido en la vida. Vivimos en un mundo donde tenemos que vivir para los demás, y se nos enseña que el sacrificio y el sufrimiento es bueno, más aún si es por los demás. También se nos enseña desde muy pequeños a separar la mente del cuerpo, cuando finalmente el uno, no puede existir sin el otro. Y vivimos constantemente divididos, en la guerra del cuerpo y la mente, sacrificándonos por todos, y asombrados de que a pesar de seguir la receta de la felicidad, simplemente no la conseguimos. Y he aquí el mensaje más importante de Ayn Rand, el objetivo del ser humano, debe ser la búsqueda de su felicidad. La que sólo conseguirá utilizando la razón; no se trata de perseguir cualquier capricho imposible, porque no estaríamos usando la razón. Se trata de no dar ni más ni menos, un trabajo donde se exija menos de mi capacidad es amoral, lo mismo si la supera. Es decir, dar lo mejor de nosotros mismos, nos da la felicidad.
En el libro se describe la transición del gobierno al socialismo, y como va arruinando a su paso a los más grandes empresarios, banqueros, y hombres con visión. Quienes finalmente deciden rebelarse contra las imposiciones y alejarse hacia una especie de "Atlántida" donde pueden vivir únicamente de lo que producen con su trabajo, y el signo de dólar es su estandarte. Cabe aclarar, que el gobierno no sólo destruye a estos hombres, también a todos los obreros, y trabajadores, que ven menguados sus sueldos, por la carestía que generan los desincentivos en la producción. ¿Suena familiar, no? Es lo que estamos presenciando, las sociedades cada vez exijen más y más "derechos", hay un odio generalizado contra empresarios, y existe la creencia de que ellos son ricos a costa de los pobres. Cuando ese rico es el hombre que tuvo la visión y el coraje suficiente para emprender y finalmente, darte tu cómodo empleo, con sueldo seguro. Es lo que ocurre en todas las naciones que se vuelcan al socialismo y comunismo, porque el ser humano actúa por egoísmo, "No es de la benevolencia del carnicero, cervecero o panadero de donde obtendremos nuestra cena, sino de su preocupación por sus propios intereses".
Un libro que recomiendo ampliamente, del cual he extraído muchas citas que comparto en este post.
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